Variedades y cruzamientos de las Rosas

Todas las rosas que conocéis pertenecen a la familia Rosaceae y son originarias de Francia, Holanda, Bélgica, Alemania, y Estados Unidos. Son altamente valoradas como plantas ornamentales por la conocida belleza y porte de sus flores. La forma más frecuentemente usada para multiplicarlas es por injerto sobre distintos pies o porta injertos.

Este género es uno de los más cultivados de del sector de la flor cortada. En cuanto a superficie cultivada ocupa el tercer lugar, superándole únicamente en ese aspecto el clavel y el crisantemo. Es una planta de aspecto arbustivo, con hojas alternas.

Las flores para cortar son dobles, con más de 3o pétalos por cada flor que se presentan en diferentes colores y de constitución diversa. Las rosas cultivadas para ser utilizadas como flor cortada suelen ser híbridos obtenidos por verdaderos especialistas en el campo de la floricultura. Su producción merece un estudio más detallado.

Nacimiento de la rosa

Si los escaramujos de nuestros setos tienen asegurada su reproducción natural sin dificultad por autofecundación y semilla, las rosas modernas – fruto de la intervención del hombre– son, por cierto, mucho más complejas.

Las rosas actuales se encuentran muy alejadas de las variedades de tipo botánico, tanto por su forma como por su color y su capacidad de florecer varias veces durante una misma estación.

Los cruzamientos o hibridaciones de rosas emprendidos durante el siglo XIX y principios del XX fueron realizados por jardineros franceses y británicos, muy distintos de los productos modernos, auténticas especialidades.

Cada año se comercializan nuevas variedades en numerosos países, como resultado de trabajos que con frecuencia han exigido 8-10 años de selección. El estudio de los cruzamientos requiere principalmente un gran conocimiento de los progenitores que se utilizan como rosa padre o rosa madre. Las rosas son hermafroditas, es decir, llevan órganos de reproducción machos y hembras en cada una de las flores.

Para efectuar una fecundación artificial hay que quitar los pétalos de la rosa madre, cortar los estambres, castrar y esperar 48 h antes de fecundar la flor con polen proveniente de la variedad elegida como padre, y luego cubrir aquella con un capuchón o bolsa, para asegurar la pureza de la hibridación.

Generalmente, la rosa elegida como madre transmite los caracteres de vegetación, follaje, y vigor de la planta; por otra parte la planta padre proporciona el color y la forma de la flor. Un gran productor, Meilland, dispone de un banco de progenitores, variedades no comercializadas cuyos caracteres principales se han de trasmitir alas nuevas rosas, y realiza 20000-25000 fecundaciones artificiales al año, correspondientes a unas 2000 combinaciones distintas.

Así recoge cada año un promedio de 7000 frutos, portadores de valiosas semillas.

Cada fecundación artificial se registra convenientemente, y al pedúnculo de la flor fecundada se fija una etiqueta en la que indica el nombre de la flor padre y el número de hibridación. Con una organización metódica es posible controlar los cruzamientos más interesantes y prolíficos, con objeto de establecer estadísticas útiles para futuras hibridaciones.

Las variedades seleccionadas, 5-6 como máximo son objeto de una descripción botánica completa, para su identificación oficial y para conseguir su patente o certificado de obtención vegetal, que se les adjunta.

Entonces se presentan a los concursos de rosas nuevas que se celebran en todo el mundo, con lo que pueden obtener premios y medallas que las han de consagrar ante el público a menudo con el apoyo de una madrina celebre.

Injertos y porta injertos

Todas las variedades de rosas cultivadas deben estar injertadas sobre porta injertos adecuados para asegurar la producción y la calidad.

Uno de los injertos más utilizados es el de escudete; este se lleva a cabo en plena estación cálida, aunque en zonas de clima suave se puede efectuar en época templada. Cuando el injerto se realiza a principios de la estación cálida, la yema suele brotar. Este tipo de injerto se denomina, ojo velado, es muy rápido, pues la soldadura se produce en pocos días.

Cuando el injerto se efectúa antes de la llegada de la estación fría y pasada la cálida, la yema no brota hasta la siguiente estación templada, permaneciendo en latencia durante la época fría, por ello recibe el nombre de ojo dormido.

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