Te invito a pensar seriamente en cultivar ajos en tu hogar. Puede ser en tierra plena o en macetas y es tan fácil como colocar en la tierra un “diente” de ajo. ¿Las ventajas? Muchísimas y van más allá de lo gastronómico.
Las abuelas lo dicen una y otra vez: el ajo es bueno para todo, desde lo gastronómico hasta lo medicinal. Son notables sus potencialidades terapéuticas, por lo que te invito a aprender un poco más al respecto
#1 Alivio, reducción del dolor
En mi opinión es una de las propiedades medicinales del ajo que resulta más versátil e interesante. Se ha demostrado que el consumo regular de ajo es capaz de reducir el dolor y otros síntomas en personas con artritis reumatoide. Por otra parte, recientes investigaciones, revelaron que el incremento de ajo en la dieta, reduce el tamaño de algunos tumores cancerosos y ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer, particularmente aquellos en los intestinos.
Están en curso, investigaciones que intentan probar fehacientemente lo que ya se sabe a nivel popular: la relación entre el ajo y las enfermedades del corazón, en especial, las dosis y los casos específicos en que puede (o no) ser usado, por lo que se recomienda no usar suplementos de ajo sin consultar con un profesional de la salud natural.
#2 Un potente antibiótico
En relación con este atributo, no exageramos al decir que ya desde culturas ancestrales se veneraba al ajo como a cualquiera de los amuletos más preciados: se tenía bien claro el potencial medicinal del mismo.
Me refiero a uno de los usos más antiguos de ajo: como un antibiótico. El ajo literalmente mata a una amplia gama de microbios, incluidos virus, bacterias, hongos y parásitos, y puede ser muy eficaz contra enfermedades como el pie de atleta, candidiasis (infección por hongos en la boca) y la diarrea viral.