La limpieza de tu piscina es una necesidad que tiene doble propósito: para garantizar tu comodidad y seguridad, y para proteger la infraestructura de la misma y su equipo de funcionamiento.
Estamos en el momento ideal para hacerlo (a pesar de que las buenas temperaturas se están haciendo esperar esta primavera) y comienzo por decir que la limpieza de tu piscina es bastante simple si cuentas con las herramientas adecuadas y si la piscina no está rodeada de árboles o arbustos que impidan un acceso cómodo.
¿Por dónde empezar?
Usa un cepillo manual y estando la piscina vacía en todas las áreas de las paredes y el suelo pásalo enérgicamente por paredes y rincones de la misma. Es verdad que hay sistemas más automatizados para este cepillado; si cuentas con uno de ellos, mejor que mejor, pero los toques manuales de cepillo son imprescindibles, ya que siempre hay algunos lugares en cada piscina que los sistemas automáticos de limpieza no consiguen abordar correctamente.
Presta especial atención a las esquinas, escaleras y otros rincones y áreas difíciles de alcanzar y que reciben poca circulación.
Pasos siguientes
Antes de llenar tu piscina, debes verificar que los sistemas de mantenimiento como el sistema de filtración de agua y de circulación y aporte de la misma estén funcionando a pleno. Comienza luego el proceso de llenado (dependiendo del tamaño de la piscina tomará uno o varios días de trabajo) y ve controlando muy de cerca los niveles apropiados de pH.
Recomiendo utilizar un desinfectante para ayudar a combatir las bacterias, y especialmente ve realizando un constante control y análisis de todos los aspectos que puedan ayudar a mantenerla limpia y cristalina.