Los termómetros de jardinería, en cuanto instrumentos que nos permiten controlar temperatura en ambientes de cultivo, no son herramientas frecuentes en nuestras manos y a veces me pregunto por qué. Creo que la respuesta es que la mayoría de nosotros le hace caso a la experiencia, al “buen ojo” e incluso a la intuición.
Así es que nos pasan los accidentes vinculados a los problemas de temperatura: heladas que nos pillan desprevenidos, exceso de calor en un invernadero, temperaturas de suelo que provocan muerte de plantas a nivel radicular son solo algunos de los siniestros que podríamos evitar de la mano del control de temperatura.
Veamos algunas de las opciones que existen en el mercado en este sentido.
1. Termómetros “guardabosques”
Se usan en exteriores e interiores, tanto para césped como a nivel ambientes de cultivo interior. Yo tengo uno y créeme que después de usarlo un tiempo comprendí por qué se les llama así: se convirtió en una pieza esencial de protección en mi equipo de herramientas para invernadero. Sin problemas puedo proteger sus delicadas flores de invernadero o las plantas al aire libre más frágiles de las temperaturas extremas y especialmente del frío con la ayuda de este instrumento. Suelen venir muy bien decorados.
2. Termómetros con reloj
Tienen una doble utilidad; suelen venir con tecnología LED por lo que son fácilmente utilizables en la noche para cualquiera de las dos funciones: control de temperatura e indicador de hora. Están pensados fundamentalmente para exterior y en estos casos su valor instrumental se empareja con el ornamental, ya que dan un toque más que interesante al jardín en toda época del año.
Algunos diseños que puedes encontrar en tiendas son una réplica elegante y con estilo de la época dorada de los viajes de tren de vapor, con grandes números romanos. En general muestran la temperatura en Celsius y Fahrenheit y ambas caras de reloj son fácilmente visibles desde la distancia.
3. Termómetros con sensor de alarma
Estos instrumentos, en general menos dotados desde lo estético, compensan ese detalle con su poderosa utilidad que responde a aquello de cómo ser más libre y disfrutar nuestro jardín sin tensiones. Se pueden “calibrar” de modo que avisen si las temperaturas superan o descienden los límites aceptables de temperatura que hayamos programado.