Es una frase hecha, pero no deja de tener sus tintes de verdad: los japoneses siguen siendo los amos a la hora de lanzar al mercado innovaciones de lo más variopintas. Por ejemplo, ésta que hoy os mostramos: nada menos que robots destinados a cuidar nuestro jardín.
¿Suena increíble? En realidad, quitaos de la cabeza el hecho de que se trate de robots como los que solemos ver en el cine o en la televisión, antropomorfos y casi de carne y hueso. Éstos son mucho más “amigables” y desde luego nada similares a nosotros: se trata de autómatas creados con la forma de las clásicas lámparas japonesas para el jardín, conocidas en dicho idioma como “toros”. Eso sí, podréis ver en el vídeo bajo estas líneas que no se comportan exactamente como lámparas…
¿Para qué nos sirven estos “toro-bots”? Están equipados con un sistema de infrarrojos que les permite detectar la presencia de personas en el jardín, por lo que se pueden emplear como sistema de seguridad. Además, es posible programarlos de distinta manera en función de la época del año, con distintas reacciones ante los “intrusos”.
El objetivo: un jardín autosuficiente
Proyectos como éste, todavía en ciernes, tienen un objetivo siempre en el horizonte: conseguir jardines que sepan “cuidarse solos” cada vez en mayor medida. Se les suele conocer como jardines autosuficientes, pero en realidad entroncan bastante con la idea de jardín sostenible de la que hablamos hace unos días en el blog: es evidente que la mano del hombre siempre va a ser necesaria, pero en el mundo acelerado en que vivimos, donde el tiempo se esfuma cada vez más rápido, cualquier ayuda que nos alivie de carga de trabajo es bienvenida. En el caso del cuidado del jardín, sin embargo, es imprescindible buscar estas soluciones con mucho cuidado y mimo, para que nuestra comodidad no suponga un detrimento de la calidad de vida de nuestras plantas.