La producción de semillas es un tema que no abordamos con frecuencia, pero está vinculado a la huerta y al jardín, y es indispensable para nuestros proyectos. La buena noticia es que es posible hacer producción de semillas en forma cien por ciento aretsanal. Esto nos da autonomía y evita que gastemos dinero.
No es necesario que nosotros mismos produzcamos semillas de todas las variedades; podemos ponernos de acuerdo con nuestros vecinos y producir diferentes e intercambiar. Comienzo por decir que hay muchos casos diferentes y la mayoría de las semillas las podemos obtener de los mismos frutos que consumimos; tal el caso de tomates, pimientos, berenjenas, calabacines, melones, pepinos, alubias y maíz.
Por otra parte, hay cultivos en los que hay que dejar plantas sin cosechar para que florezcan y semillen: tal el caso de lechuga, puerro, brócoli entre otros. Pero más allá de cada caso, veamos cuáles son los conceptos básicos que garantizan el éxito.
- Elige al comenzar a cultivar, siempre variedades locales, es decir las más resistentes (con total certeza) a las condiciones y clima donde vives.
- Elige las mejores plantas, observa tamaño de fruto, textura, tamaño y vigor de raíces y de ellas sacarás las semillas con el fin de preservar los mejores ejemplares.
Un caso especial son aquellas plantas como las patatas, capaces de reproducirse “por ellas mismas” si sigues el procedimiento correcto y eres paciente y cuidadoso. Debes conseguir individuos (patatas) sanos y elegir aquellas patatas pequeñas. La idea es almacenarlas en algún lugar oscuro y seco; luego de eso tan sólo debes esperar a que broten (para ello vas observando cada poco tiempo. El momento de siembra que te recomiendo es en primavera, vale decir en marzo para el hemisferio norte.