La poda de olivos, le beneficiará al árbol y a la cosecha. El primero será más vigoroso y sano y la segunda más abundante.
Trataremos de responder las preguntas por partes, comenzando por cuándo podar. La poda del olivo debe realizarse en invierno, después de finalizada la cosecha y solo cuando hablamos de un árbol adulto y maduro.
Para responder el por qué, es necesario dividir la respuesta en dos partes que obedecen a los dos motivos de mayor peso para realizar la poda.
El primer motivo da lugar a la llamada poda de producción. Lo que se busca al realizarla en tiempo y forma, es obtener un fruto de mejor calidad. En la práctica se eliminan ramas viejas y dañadas (o enfermas) promoviendo una mejor ventilación y la entrada de más luz solar.
EL segundo motivo, si bien se conoce como poda de formación, ese nombre no se debe a propósitos estéticos. La idea es lograr un árbol armónico y equilibrado, que reciba luz solar por igual y no esté recargado en forma asimétrica. También señalo: es un tema de salud del árbol más que de estética del mismo.