Nos encantan las plantas, eso -sin duda- no es ninguna novedad. Queremos estar rodeados / as por ellas tanto en nuestro hogar como en nuestro espacio de trabajo, por ejemplo en nuestra oficina. El problema se remite generalmente a un punto clave: la incidencia / presencia / ausencia de luz natural.
Podemos estar hablando de un espacio muy iluminado a u recinto donde nunca, pero nunca entre luz natural (supongamos que trabajas en un subsuelo), pasando por supuesto por todas las posibilidades intermedias.
La mejor planta para la oficina es la palma de areca
En este sentido, la elección de “la mejor” debería recaer sobre alguna planta capaz de soportar condiciones de luz escasas o nulas y además cuyo riego soporte dos a tres días de ausencia (partiendo de la base que los fines de semana e incluso algún fin de semana largo no se podrá adicionar agua).
No más rodeos: la planta crece mejor oficina en un medio de luz relativa e irregular, con temperaturas cálidas (típicas de los espacios interiores, no hablamos de nada especial), es la llamada Palma de areca.
Para que no haya confusiones cito su nombre científico: Chrysalidocarpus lutescens, aseverando que además suma otros interesantes atributos. Me refiero a que es fácil de cultivar y mantener.
Por si fuera poco, favorece el ambiente que la contenga, ya que es una planta capaz de eliminar o absorber vapores químicos hostiles en el aire y a la vez aportar buen nivel de oxígeno al ambiente donde se encuentre.