Plantas colgantes y aves en el jardín. Quienes tienen o han tenido plantas colgantes en exteriores saben cuál es la importancia del tema, pero quienes no… quizá no tanto. La dimensión del problema, se reduce a esta sencilla pregunta: ¿cómo puedo evitar que las aves aniden en mis plantas colgantes?
Incluso el jardinero más hábil se encuentra frente a un problema desafiante en estos casos y es necesario poner en juego creatividad y buenos consejos para solucionarlo. Parto de la base de que las plantas colgantes son especialmente atractivas para las aves que anidan por aquí y por allá.
En general esas macetas o tiestos se cuelgan en los aleros, que son capaces de ofrecer una medida de protección contra los elementos más provocativos del clima extremo y además significan una ubicación protegida contra los depredadores y las mascotas.
La mejor manera de disuadir a las aves, es colocar una barrera, que se puede cortar a medida. Para evitar que las aves se enreden, mantener la malla tan tensa como sea posible, asegúrala firmemente alrededor de la maceta y su soporte, y recorta los bordes.
Los pájaros suelen construir sus nidos en primavera, a lo largo de los tres meses, tarde o temprano se da (dependiendo de la zona donde vivas) la temporada de anidación.
A mediados de julio, ya podrías estar eliminando la red. Si encuentras que un pájaro se ha instalado aún a pesar de tus esfuerzos, no lo molestes; además de ser contra la ley en la mayoría de los países, poco podrás hacer más que perturbar un momento tan especial del año en su ciclo vital.