A veces no lo intentamos porque nos parece que será difícil de lograr o de mantener: un lindo rincón verde en nuestro cuarto de baño. Cuando vemos estas imágenes en revistas de decoración a veces tomamos impulso y pensamos en intentarlo. Pues bien, por eso he decidido escribir este post: para alentarte a hacerlo y compartirte algunos secretillos al respecto…
Veamos qué aspectos hay que contemplar, te sugiero ir tomando nota:
Ante todo quítate la idea de “plantas para siempre”. Puedes ir renovando cuantas veces quieras y en ese sentido es buena idea que vayas rotando con diferentes plantas que estén en floración en cada época del año.
No todas tienen que ser vistosas por su floración. Un ejemplo de ello, es la Costilla de Adán (Monstera deliciosa), que es una planta de preciosas hojas verdes y amplias, cuyo porte es realmente elegante; en el ambiente húmedo y cálido del baño crecerá con total comodidad.
Si prefieres flores pequeñas y delicadas, tu mejor opción será la Pílea (Pilea cadierei L.), cuyas hojas además son una combinación jaspeada de verde y blanco, cuyo atractivo puedes observar en la imagen.
- Qué atributos deben tener
Aunque no lo puedas creer, la clave que deben tener en común todas ellas, es ni más ni menos, buena tolerancia a cambios de temperatura, humedad y ventilación.
Las razones son obvias: el cuarto de baño es un lugar que solemos calefaccionar para usarlo, acto seguido se llena de vapor intenso y luego lo abrimos para ventilarlo y condensar ese vapor, lo que provoca un descenso brusco de la temperatura ambiente.
Por este motivo, es necesario que cualquier especie que elijas sea capaz de soportar ese ritmo.