¿Tenéis entre vuestros propósitos de año nuevo el atreveros con una nueva plantación en el huerto? Hoy os recomendamos una estupenda para esta época del año: la zanahoria.
Junto con las cebollas y las lechugas, las zanahorias son una estupenda elección para estas dos primeras semanas de enero. Para plantarlas, debemos buscar un rincón en nuestro jardín que podamos mantener húmedo con frecuencia y en el que consigamos una buena profundidad: es importante que enterremos las semillas a un centímetro y medio, aproximadamente, y que dejemos entre ellas una separación de unos cinco centímetros. Aunque el sol les vendrá mucho mejor para desarrollarse, podrán crecer sin demasiado problema en zonas con sombra parcial; de hecho, se trata de una planta muy adecuada para un jardín frío, ya que resisten bastante bien las temperaturas bajas. Eso sí, no harán lo mismo con las heladas… por lo que hemos de asegurarnos de que la peor temporada del invierno ha pasado antes de comenzar a plantar.
¿Cuándo recogemos las zanahorias?
Debemos ser pacientes si queremos disfrutar de una buena cosecha de zanahorias directamente del jardín a nuestra mesa: no podremos empezar a recogerlas hasta que pasen unas diez semanas, cuando ya haya entrado la primavera por completo. Es importante que tengamos mucho cuidado con las herramientas que empleamos, y esto puede no ser tan obvio como suena. Seguro que alguna que otra vez hemos visto alguna estampa de recolección de zanahorias con las manos desnudas, o puede que nos lo hayan recomendado. Esto es algo más que tradición popular: lo más adecuado, ciertamente, es sacar las zanahorias de la tierra empleando nuestros propios dedos como improvisada pala, ya que así nos aseguraremos de dañarlas lo menos posible. Será a partir del segundo año cuando nuestras zanahorias empiecen a producir semillas que podremos plantar de nuevo.