La Peperonia es una planta perteneciente a la familia de las Piperáceas, que podríamos definir como “muy simpática” y se puede cultivar dentro de su casa. Se trata de una planta que no es exigente y es muy fácil de cuidar; exige buena luz pero también puede subsistir con poca sombra. La forma de conservarla con buena salud es regarla moderada pero sostenidamente con agua tibia y rociarle con agua las hojas. La propuesta es mencionar algunos de sus trastornos o problemas más comunes y señalar sus causas.
Si presenta hojas con puntas y bordes marrones, esto se ha debido a un descenso brusco de temperatura. Mi mejor consejo es que rápidamente la cambies del sitio en donde estaba y retires las hojas enfermas.
Si observas caída repentina de su ramaje. Esto se da en general durante el invierno, nuevamente el problema es que ambiente está frío. La peperonia retomará vigor y fuerza, si la cambias de inmediato a un lugar con 10ºC como mínimo.
Otra posibilidad para la caída de hojas, sobre todo si se presenta en forma más aislada, suele venir asociada con lo anterior, porque en invierno tenemos tendencia a regar en forma irregular. Puede ser que dicha caída se deba a falta de riego o riego mal distribuido. Lo que debes hacer cada vez, es dejar secar apenas la tierra para luego añadir agua pero sin exagerar.
Por último, otro problema frecuente es ver hojas decoloradas y marchitas, o verificar la descomposición de hojas y tallo. Esto también se debe a exceso de agua. Esta planta necesita lo que podemos definir como un riego razonable; no te excedas con este factor, sobre todo en los meses de invierno.