Papaver son plantas herbáceas, con un porte matoso o empenachado. Pueden llegar a medir entre 40 centímetros y 1 metro de altura.
Sus hojas son pilosas, muy lobuladas y de un color verde azulado o verde vivo. Sus flores son vistosas, se presentan al final del tallo y suelen tener unos 4 pétalos que son muy frágiles, son de color: rojo, amarillo, blanco, lila o violeta.
Según la especie, florecen en primavera o en verano Su fruto tiene forma de cápsula donde se alojan sus semillas que caen a tierra luego de la maduración del fruto.
Ficha de la planta
Nombre científico: Papaver.
Nombre común: Amapola, Adormidera, Opio, Ababol, Anapola, cascojo o Amapol.
Familia: dentro de la familia de las Papaveráceas se encuentra el género Papaver, el cual está formado por unas 100 especies de plantas anuales y perennes.
Las principales especies son: Papaver glaucum, Amapola tulipán; Papaver rhoeas, Amapola común; Papaver somniferum, Amapola de Opio, Adormidera; Papaver alpinum, Papaver pilosum, Papaver nudicaule, Amapola de Islandia; Papaver orientale, Amapola de Levante; Papaver bracteatum.
Origen: del Hemisferio Norte y de Australia.
Dónde crece mejor: necesita una exposición a pleno sol o también puede ser a semisombra. Las temperaturas ideales son templadas a cálidas.
Riego: riegos moderados, es decir una vez por semana ya que son plantas muy sensibles al exceso de riego.
Enemigos: son muy resistentes a plagas y enfermedades comunes en los jardines, pero en ocasiones pueden ser atacadas por pulgones.
Requerimiento del terreno: no son exigentes con el suelo, deberá estar bien drenado. Las especies perennes necesitan de una abono con fertilizante mineral, 3 veces durante la época de floración. En las especies anuales es suficiente con el abonado anual del jardín.
Reproducción de ejemplares: se pueden multiplicar a partir de semillas sembradas en primavera.
Usos: se suelen utilizar para rocallas o para crear macizos de color en el jardín. También en jardineras para adornar terrazas. De la especie Papaver somniferum se extrae el Opio.
Tierra fértil y riego sostenido son las dos razones para el éxito del cultivo de esta planta.