Entre otras cosas, invierno es buen momento para organizar tus herramientas, tu espacio y revisar los productos que utilizas habitualmente en tu jardín y en tu huerta en casa . Entre ellos, pasarán por tus manos varios que exhiben las siglas NPK.
Seguro te resulta familiar esta sigla, que responde a tres símbolos químicos: N de nitrógeno, P de fósforo y K de potasio. ¿Por qué son tan importantes? Precisamente el popósito de este post es dilucidarlo.
Nitrógeno
Es más que bienvenido en el caso de todo tipo de suelos porque constituye uno de sus componentes fundamentales. Si estamos hablando de una tierra pobre, más que bienvenido será imprescindible su adición.
Es notorio su impacto, especialmente cuando hablamos de cultivos importantes por sus hojas, caso de la lechuga o acelgas entre otras posibilidades. Precisamente, una de las señales de que al suelo le hace falta nitrógeno es la aparición de hojas pálidas, sin vigor, y un aspecto débil por parte de la planta.
Fósforo
He aquí otro nutriente indispensable; es vital si requieres buen crecimiento e importante desarrollo a nivel de las raíces. Imaginas su importancia entonces, en el caso de cultivos importantes por sus bulbos y raíces, tal el caso de las zanahorias. Es imprescindible en el caso de suelos arenosos y pobres.
Potasio
El tercero de la lista, pero no por ello menos importante. Junto al nitrógeno y al Fósforo, y particularmente importante en el caso de las plantas cultivadas por su flor. Otro uso frecuente, es el caso de tomar precauciones en plantas más vulnerables a las que se desea preparar mejor para la llegada del invierno.