Musgo en el jardín. Por aquí y por allá, algunos montículos de musgo han comenzado a crecer en las paredes de mi jardín. Nunca pensé que vería el día en que ello sucediera (las paredes parecían demasiado limpias al principio). A algunas personas les disgusta y mucho su presencia, pero te confieso que yo estoy encantada.
¿Dónde crece? sus condiciones favoritas son la sombra y la humedad, de modo que aquellas paredes que presenten estas condiciones, son candidatas seguras.
A mi, personalmente, me encanta la forma como el musgo coloniza nuevos espacios, techos y paredes verdes que de otro modo quedarían al descubierto. Junto con otras especies de comportamiento similar (tales como las algas, los líquenes y algunas “malas hierbas”), el musgo se aprovecha de la falta de competencia de las plantas más altas y consigue crecer en las condiciones ideales.
Se conocen alrededor de 600 especies de musgos; algunos son para el cultivo en el césped, mientras que otros se forman en las superficies duras, como caminos, vidrios de efecto invernadero, las paredes y otros ornamentos del jardín.
Es gracioso ver cómo toman diferentes formas: desde mechones grandes hasta cojines compactos. Eso sí: no dejes de realizar la fascinante experiencia de mirar los cojines (y cómo se van desarrollando, por ejemplo en las paredes) utilizando una lupa. Créeme que llegarás a verlos como verdaderos árboles en miniatura.
Ahora bien, ese “romanticismo” o enamoramiento hacia los musgos, en algunos casos se termina de forma radical, pues su presencia produce daños. ¿Tienes curiosidad por saber en qué casos hay que estar alerta?
Te invito a estar atento al próximo post, que aportará información útil al respecto.