Si eres buen observador/a, te habrás dado cuenta que en esta temporada ha disminuido el número habitual de mariposas. No es posible determinar en números exactos esa disminución a nivel de un simple observador, pero es real la buena noticia: los números están mejorando constantemente y estas criaturas son realmente fascinantes para ver de cerca en las estaciones de alimentación, colgando de las ramas, o revoloteando alrededor de la casa.
Antes de lo que crees, estaremos a las puertas de la primavera y aunque no abundan las mariposas… todavía hay mucho que ver en todo el jardín. Esta es una época mágica del año, con los copos de nieve ligeramente retrasados por el clima frío. Por lo general, vemos muchos en enero, pero febrero es el conjunto que nos regala la hermosa alfombra de color blanco.
Invierno sí, pero también pleno de plantas con flores fragantes que de pronto toman la nariz por sorpresa: entre ellas los avellanos bruja (Hamamelis), Daphnes, y las madreselvas de invierno con su perfumada floración. Señalemos también algunos arbustos más inusuales como Chrysantha Edgeworthia (conocida como Dragón rojo) a punto de estallar en flor también.
Los Heléboros están empezando a rendir al máximo en todo el jardín, con un surtido de colores de flores y los patrones. Yo lo sé: en pocos días me lleno de emoción viendo los pequeños signos de la primavera, cómo cada día más bulbos comienzan a surgir, y cómo cada día tenemos un poco más la luz en la noche. Eso nos da a todos más tiempo para disfrutar de la jardinería y por supuesto de las bellísimas mariposas.
Fuente: mygarden