La mayoría de los Crisantemos que se venden como plantas de interior vienen como pequeños especímenes floridos de tallo corto en macetas de un tamaño muy reducido.
Normalmente han sido inducidos a un crecimiento bajo mediante algún tratamiento con sustancias químicas especiales para reducir el tamaño.
Es posible incluso que hayan sido obligados a florecer fuera de temporada mediante el uso de luz artificial, que les habrá acortado los días y alargado las noches.
Estas plantas se pueden recuperar y devolverlas a su ciclo de crecimiento normal, pero alcanzarán una altura considerable y florecerán desde finales del verano hasta el otoño.
Si hay varias en un mismo recipiente deben ser esquejadas (separar fragmentos de la planta con una finalidad reproductiva) por separado después de florecer. Se puede cortar el punto de crecimiento más alto y mantenerlas sólo ligeramente húmedas durante el invierno. Cuando comienza el crecimiento en primavera es mejor arrancar las ramitas y usarlas para ponerlas en un jarrón, descartando las raíces viejas.
Todos los crisantemos de flores grandes deben ser podados: si se les deja a su aire formarán un solo capullo en lo alto del tronco; éste nunca se desarrollará y debe ser cortado para estimular la formación de ramas. Éstas producirán brotes que florecerán, pero pueden ser también podadas si se quiere obtener más ramas laterales y más brotes, que desde luego darán flores más pequeñas.
Los tipos que sólo tienen un capullo son mucho más fáciles de cultivar, puesto que requieren poca poda.
De especial interés son los Mini-Mums desarrollados en Inglaterra. Crecen solamente hasta los 20 cm de altura y tienen una sola flor en una gama de colores. Constituyen excelentes plantas que necesitan solamente macetas de 9 cm.
Los Crisantemos Charm pueden obtenerse de semillas y son tipos de una sola flor que necesitan poca poda. Además son de crecimiento bajo y hábito arbustivo.
Todos los crisantemos crecen mejor al aire libre o en un balcón, hasta que las flores están próximas a brotar. Entonces pueden pasarse a una habitación fría y bien iluminada únicamente para proteges los capullos.
Fuera de las variedades pequeñas que mencionábamos antes, finalmente todas las plantas necesitan macetas de 20 a 22 cm y deben gozar de una mezcla de tierra rica y bien alimentada.
También es necesario proporcionarles un soporte de caña bien sólido a las variedades de crecimiento más alto.
Como pueden ver, son plantas de un cuidado sencillo aunque metódico; además de su capacidad de regalarnos las más variadas mezclas de colores.
No dejen de intentarlo.