Lithops o Piedras vivas. A estas increíbles plantas que, como puedes observar en la foto de portada, lucen una bonita floración, cuele conocérselas simplemente por su nombre científico. El nombre Lithops proviene del griego y podríamos definir su traducción como “parecida a la piedra”. No obstante posee unos cuantos nombres comunes o vulgares, todos con el mismo sentido: piedras con vida, piedras cactus, piedras vivas o plantas piedra.
Pertenecen a la familia de las Aizoáceas. Son originarias de Sudáfrica. Existen más de cuarenta especies de estas maravillosas plantas que producen flores de un considerable tamaño y diversos colores.
Sólo poseen dos hojas y sus flores miden casi 3cm de diámetro, aunque existen ejemplares de más de veinte años cuyas flores llegan a medir 10cm de diámetro. Florecen a fines de otoño y a comienzos del invierno.
En su entorno natural, si no observas con suficiente detalle, podrías llegar a confundirlas con las piedras del lugar. Algunos botánicos y biólogos, no dudan en aseverar que -como un detalle más que curioso- estos vegetales de algún modo se han disfrazado de minerales, como parte de una estrategia “evolutiva” de supervivencia, porque adoptaron esta forma para no ser ingeridos por los animales de la región.
El botánico inglés Burchell descubrió (o por lo menos es quien primero describe y cataloga) esta especie durante una expedición en El Cabo en el siglo XIX para luego trasladar algunos de estos ejemplares al jardín botánico ubicado en Santa Helena.
Si bien crecen silvestres en condiciones naturales que les sean favorables, pueden perfectamente ser cultivadas.