Las Dalias son originarias de México y comprende nueve especies de las tierras templadas mexicanas, varias de ellas cultivadas desde hace varios siglos en ese país. En el año 1784 envió Vicente Cervantes la primera dalia al padre Cavanilles, quien era director responsable del Jardín Botánico de Madrid. Cavanilles hizo con ella un género nuevo, que dedicó al botánico sueco Dahl.
En 1873 se envió de México al holandés Van Den Berg la dalia Juarezii, muy famosa y conocida con el nombre de Estrella del Diablo, por su color rojo de fuego oscuro y sus pétalos largos y arrollados, y fue muy apreciada en todo el mundo.
Se tratan de plantas coreopsidina, con cabezuelas grandes, pedinculadas e inclinadas. Disponen de involucro doble con extremos verdes y con unas cinco brácteas, las del interno 10 ó 20. Son membranosas en las puntas, soldadas a la base casi en dos hileras. El tubo de la corona es lampiño en la base, son largos los apéndices de las ramas del estilo de las flores hermafroditas. Aquenios oblongos y comprimidos, casi bicornes en su cima, vilano nulo.
Las Dalias son hierbas vivaces con hojas opuestas, una a tres veces pinado, divididas en segmentos de forma oval, agudos y dentados. Sus raíces contienen grandes tubérculos y sus tallos son herbáceos y muy ramosos. En Europa suelen alcanzar alturas hasta de un metro y medio.
Imagen: aero mental