Autor: martin
Otra especie generosa y de pocos requerimientos es el Sedum, con sus pequeñas flores amarillas, rosas o blancas, siempre estará dispuesto a regalarnos su belleza y frescura.
De la familia de las crasuláceas, el Sedum puede ser hallado en casi 600 especies diferentes, en todos los tipos de climas y de punta a punta del planeta.
Es muy común encontrarlo entre rocas ya que se adapta con mucha facilidad a la sequía, por sus hojas carnosas que almacenan agua por mucho tiempo. Por este motivo debes tener suma prudencia en cuanto al riego ya que un exceso de humedad les resulta fatal.
Debido a su tamaño se clasifican como semi-arbustivas, ya que raramente sobrepasan los 50 cm de altura.
Su floración se produce con mayor poder en el período comprendido entre el invierno y la primavera; a pesar de ser un excelente cobertor de pequeñas superficies secas o rocallas, también puede cultivarse en macetas.
El cuidado más importante que debes dispensarles es: una ubicación que les permita estar a plena luz del sol; por lo demás es una planta sumamente resistente, que puede estar incluso hasta -3ºC y en todo tipo de terrenos, incluso los calizos o próximos al mar.
Se puede reproducir tanto a través de esquejes, semillas u hojas; se las considera del tipo invasivo ya que tiene la capacidad de echar raíces con solo entrar en contacto con la tierra.
Entre las varias rarezas que se les atribuye sabemos que, en la antigua Grecia se lo usaba para tratar la epilepsia o enfermedades cutáneas. También es sabido que contiene una sustancia llamada piperidina que puede producir irritaciones, calambres o parálisis respiratoria.
Como puedes ver el Sedum es un excelente amigo para tu jardín cuando el suelo no es muy fértil o no tienes tiempo suficiente para atender plantas muy complejas. Puedes adquirirlos a poco más de 1 euro y disfrutar de su sencillez y gracia por mucho tiempo.
Imágenes: Floral Images