Buscando un poco de información para compartir con nuestras lectoras me topé con esta especie cuyo nombre desconocía por completo, pero que me es tan familiar que ha sido emocionante dar con ella. Les estoy hablando de la Lantana, conocida en nuestro país como Bandera española; y que, personalmente, adornó durante años un rincón del jardín de mi hogar materno.
El gran secreto, entre nosotras, es que además de un adorno fue nuestra fuente de municiones en los juegos infantiles, ya que esta planta de flores coloridas y rústico follaje ofrece unos botones de bolitas muy tentadores para todo niño travieso que la ronde.
La lantana es en realidad un arbusto mediano que se cubre completamente con racimos de flores diminutas, muy coloridas y fragantes. Se trata de una planta de exterior, con hojas de una textura muy áspera y bordes dentados.
Su floración es bastante prolongada ya que suele comenzar en la primavera y se extiende hasta promediado el otoño. Cada racimo de flores forman lo que usualmente se confunde con una única flor, cuando en realidad se trata justamente de un racimo de diminutas florecitas de varios colores, combinando indistintamente blanco, rojo, naranja, amarillo y rosa.
Si te decides por su cultivo encontrarás en la lantana una planta sumamente generosa en su producción de flores y muy poco demandante en sus cuidados. Bastará con que la ubiques bajo luz solar directa y le ofrezcas un riego abundante pero sin excesos.
Créeme: si lo que buscas es color y alegría para tu jardín, con una Lantana lo conseguirás indudablemente.