
La mimosa, también llamada vergonzosa o dormilona, es una planta de origen americano procedente de la familia de las fabáceas.
Posee pequeñas hojas ovaladas cuya estructura puede recordarnos a la de un helecho. Sus flores suelen ser de color amarillo y rosa intenso. Esta no suele vivir más de cinco años y su altura máxima es de un metro y medio.
¿Cuál es entonces la particularidad de esta frágil planta?
Su característica distintiva es que al tocar mínimamente sus hojas, estas se cierran inmediatamente y sus tallos menores caen por el peso de las mismas. Este mecanismo de contracción tiene dos objetivos:
En primer lugar, el simular ser una planta mustia es ideal para protegerse de cualquier posible predador.
En segundo lugar, es de gran ayuda para no perder una cantidad excesiva de agua durante las calurosas horas de verano e incluso para resguardarse del viento al reducir la superficie.
Popularmente se cree que la mimosa purifica, por lo cual, antiguamente se solía macerar varias de sus flores en aceite virgen para obtener un bálsamo. Luego este era untado en el cuerpo para prevenir afecciones respiratorias. Desde ya aún es utilizada para preparar medicamentos naturales indicados en personas con problemas respiratorios crónicos.