La cuestión de iluminar el jardín no es un tema menor y debe ser pensado con tiempo, tanto por los aspectos estéticos como por el presupuesto. La inversión debe ir más allá de algún día especial, como una celebración.
¿Por qué invertir en iluminar el jardín?
- Porque es una inversión para todo el año, especialmente – es verdad- para los meses más cálidos en los que pasamos ucho tiempo afuera disfrutando aroma y el buen aire de primavera y verano. Pero el resto del año, y muy especialmente en Navidad, el jardín debe lucir especial.
- Porque evaluar las alternativas no requiere demasiado tiempo, te aliento a seguir mi experiencia, visitando por ejemplo una página web como la de Greenice, que te ofrece todo tipo de soluciones.
- Unas décadas atrás, la decisión de iluminar el jardín era tomada contemplando fundamentalmente aspectos de seguridad (no caerse, delimitar la caminería con claridad, no resbalarse, desalentar la invasión de intrusos etc.). La realidad es que en la actualidad, se suman a esa necesidad, importantes criterios que tienen que ver con otros dos aspectos de peso: la estética y la economía.
Cuidar el ambiente
Precisamente, el parámetro que mencioné en segundo lugar, no sólo refiere a tu economía personal sino a pensar en términos ecológicos, es decir medir cuidadosamente las ventajas que cada opción o nueva tecnología pone a nuestra disposición.
En especial entiendo oportuno poner a tu consideración los focos y proyectores led para jardín. Yo personalmente ya lo he probado: se trata de sustituir las lamparas halógenas por lamparas LED exterior y pronto notarás interesantes ventajas, en especial el hecho de que comezarás a ahorrar hasta un 90% en tu factura de luz.
Para ser práctica, reseñaré las cinco principales ventajas de optar por proyectores LED para tu jardín.
- Aumento de la eficacia: en términos (nada menos) que de un 80-90%. La tecnología LED consume un 80-90% menos electricidad que las bombillas tradicionales de similares características. Esto se traduce, como primer impacto en un 90% de ahorro en la factura de tu consumo eléctrico.
- Mayor duración: digamos que la vida media de una lámpara LED es de alrededor de unas 50.000 horas. Comparadas con las 2.000 de una bombilla estándar… tú harás las deducciones.
- Son eológicas: a diferencia de las bombillas normales, no contienen tungsteno, ni mercurio como la iluminación fluorescente. Estamos hablando de bombillas reciclables que cumplen con la normativa europea vigente.
- No emiten calor: este no es un tema menor.A diferencia de una bombilla tradicional, los proyectores LED no desperdician energía en crear calor, lo cual además del ahorro, permite instalar luz en sitios muy complejos y en espacios reducidos donde el calor sería un porblema.
- No requieren mantenimiento: especialmente por tener una vida larga, los productos LED no necesitan ningún mantenimiento.
Todo dicho. Te invito a probar estas propuestas, no te defraudarán.