Nace a partir de los rebrotes de la planta madre, así que debemos separar con cuidado las raíces de la Tillandsia de estos rebrotes y trasferirla a una nueva maceta, luego de unos días de mantener el espacio en el que esta calido y con una correcta temperatura, la planta se adaptara al ambiente. El mejor suelo para plantarla es en uno acido, con mucha turba y algo de arena pero no es necesario cultivarla sobre tierra, ya que también puede crecer en piedras o corteza.
En cuanto al regado, debemos mantener una humedad constante llenando la copa de agua sin cal a una altura de dos dedos y cambiando ese agua luego de dos semanas.
Como mencionamos anteriormente, la Tillandsia es originaria del continente americano, así que es una planta tropical. Por eso debemos mantenerla en espacios con temperaturas medianamente altas y constantes y con mucha luz, pero no directa. Así que mantenerla al lado de una ventana es lo ideal.
Manteniendo estos cuidados, en los meses de otoño y primavera la planta nos dará una hermosa espiga de color rosado con flores violetas.
Imagen: plantoftheweek