La Clematis es también conocida con la denominación de aritoloquia vulgar y es una planta de hermosas flores de colores rojas, azules y blancas, que despiden un aroma balsámico y tiene un sabor muy amargo. Florecen en la primavera tanto en Europa como en América. La planta es rizocárpica con una raíz muy delgada y algo tortuosa. El tallo tiene una longitud entre 15 y 40 centímetros, erguido, sencillo pero muy estriado.
Las hojas de la Clematis son extensas y enteras, con pecíolos largos, y de forma ovaladas con mezcla de triangular. Las flores son fasciculadas en la axila de las hojas superiores, mucho más cortas que éstas, de cápsulas colgantes y del tamaño aproximado de una nuez. Sus flores son hermafroditas, apétalas y dioicas y contienen cuatro o cinco sépalos petaloideos. La Clematis dispone de flores coloreadas en ocasiones en los pétalos unidos solamente en la parte central y generalmente esas flores se encuentran solitarias o bien ubicadas en cimas axilares o terminales.
Se trata de una planta de la familia de las ranunculáceas y sus dos clases más conocidas son el jazminorro y la parrilla. El jazminorro se desarrolla de mejor forma en matorrales, setos y sobretodo en bosques pertenecientes a los países mediterráneos. La parrilla tiene frutos de forma lenticular y es también conocida como la hierba del pordiosero.
En épocas antiguas la raíz de la Clematis era utilizada para prevenir la gota y como sudorífica. Actualmente sus usos se limitan solamente a la veterinaria.