La aralia, arbusto para interior

La aralia, arbusto para interior

No sólo podemos tener flores o plantas de interior; también existen algunos arbustos que podemos cuidar dentro de casa sin que nos causen mayor problema. Hoy hablaremos de uno de ellos, la aralia, arbusto para interior que nos llega desde lejanas tierras orientales.

La aralia procede de China y Japón, concretamente de la familia de las araliáceas, formada por un gran número de representantes en todo el mundo; por ello, para distinguirla también se le denomina a veces aralia japónica. Pero mejor quedarnos con su “nombre de pila”, mucho más sencillo de identificar si acudimos a alguna semillería o tienda especializada y preguntamos por ella. Se caracteriza por unas hojas grandes con forma de palma. Puede alcanzar un tamaño de hasta cuatro metros en el exterior, aunque en interior y en una maceta seguramente se quede un poco más corta (quizás a un metro de altura), y da unas flores blancas con frutos negros.

¿Qué debemos tener en cuenta para cuidar estas plantas? Lo cierto es que son una buena elección si no queremos preocuparnos más de lo debido: las aralias son muy resistentes y por tanto no necesitarán una atención excesiva por nuestra parte. Pueden ser propensas a sufrir los estragos de las cochinillas, así que conviene que las fumiguemos con algún producto específicamente pensado contra ellas de vez en cuando (con una vez al mes bastará). Por lo demás, no sufren enfermedades propias ni demasiado diferentes de las que pueden aquejar a cualquier planta de interior, y no requerirán que las podemos con frecuencia.

Un poco de luz nunca viene mal

Hemos comentado que las aralias pueden vivir dentro de un piso y desarrollarse perfectamente, y esto también se aplica a la iluminación. No necesitan demasiada luz, pero como cualquiera de nuestras plantas de interior tampoco deberán estar en la oscuridad. Lo idóneo es el término medio: localizar una zona de semisombra o iluminación moderada para situarlas.

En cuanto al riego, un par de veces a la semana será suficiente para estos “arbustos todoterreno”. Conviene que la tierra se encuentre humedecida siempre, eso sí, para que las raíces encuentren el sustrato que necesitan.

 

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