El jazmín, de tanta utilidad en el mundo de la perfumería gracias a su agradable aroma, tiene también algunas otras utilidades…
Sin duda, este arbusto de origen árabe tiene un importante lugar en el mundo de la perfumería, pues una característica indiscutible de su flor es el aroma tan exquisito que posee. Algunos expertos lo describen como afrutado, floral, animal, especiado o licorado, toda una gama de opciones para realizar esencias exclusivas y muy especiales.
Pero su valor vá más allá de esta función, ya que la flor posee una belleza muy particular, lo que hace que el jazmín sea también una buena opción decorativa, especialmente como trepadoras en jardín embelleciendo muros y vallas, y creando un ambiente alegre y tranquilo. Lo que se debe tomar en cuenta es que su cultivo demanda cuidados diarios, y minuciosos. Se debe podar regularmente porque su crecimiento es bastante acelerado. En cuanto a la luz solar, es necesaria si se quieren obtener mejores floraciones, aunque puede sobrevivir en lugares sombreados.
Otra característica curiosa es que ahuyenta los mosquitos, y también tiene propiedades que permiten el alivio de afecciones en los ojos a través de infusiones.
En cuanto a la variedad de jazmines, hay más de 200 especies, todas con características especiales que lo hacen una excelente opción ornamental y aromática para nuestro hogar.