¡Que título tan seductor! ¿No es así? ¿Quién de nosotros no quiere tener o construir un espacio verde que sea sinónimo de descanso físico y mental? Pues bien, no creas que necesariamente esto significa un elevado presupuesto: también puedes construirlo aunque tu nivel de inversión no llegue a una piscina o a ornamentos muy caros.
Tengo para ti buenos consejos. Presta atención…
Todo está en los detalles
El primer punto clave es concebir el espacio verde como un todo armónico por encima de todas las otras concepciones de diseño. Para ser clara, te pido que pienses en lo que es un jardín oriental (como ejemplo basta la foto de portada) y en qué medida sólo contemplar un paisaje así nos predispone a un estado de ánimo diferente.
Si alguno de ustedes conoce el Zen , es decir qué es un jardín Zen, o mejor dicho qué significa la filosofía Zen sabrá de qué estamos hablando.
Elementos a incorporar
- Armonía de colores. Como ya dijimos es un punto clave que no tiene un costo inaccesible. Sólo hay que elegoir las especies adecuadas, contemplando la coloración de cada una en todas las épocas del año. Recordar que esas especies deben poder crecer bien en las conidiciones naturales de nuestro espacio (sol, sombra, textura de suelo, drenaje etc).
- Agua corriendo. Esto significa instalar una fuente del tamaño que sea; desde algo pequeño que se pueda fabricar casero (dedicaré un post con un vídeo a este tema) hasta una fuente de mayor porte y -si las condiciones del terreno lo permiten- podemos pensar en una pequeña cascada y un estanque.
- Aromas. Esto no siempre es sencillo pero no es imposible; el reto es elegir aromáticas que no se salgan del esquema de color pensado y que sean capaces de crecer en el contexto del microclima de tu espacio.
- Texturas. La idea es sumar algunos espacios con texturas diferentes, tanto en términos de follaje como de suelo (los jardines Zen típicos tienen espacios con arena en la que se dibujan ondas especiales con herrmientas especiales).