A pesar de que el frío nos condiciona un poco, podemos aprovechar este tiempo para rediseñar el exterior de la casa. El reto es pensar en grande, sin desatender por supuesto el cuidado de plantas especialmente de interior, ser capaces de comenzar a imaginar un jardín diferente, precisamente en “esas” partes” de la casa no tan aptas para un jardín tradicional.
¿Por dónde empezar?
Un diseño del jardín de agua es pensar lápiz y papel en mano…, comenzar a hacer un boceto imaginando cómo estaría destinado a verse ese jardín de agua que sueñas y cómo funcionaría una vez completado. Los diseños están determinadas por muchos factores, como el paisaje, el área disponible, la ubicación de los elementos fijos y los efectos de ese jardín de agua para la flora o fauna o cultivos ya existentes.
Mirada geológica
Es imprescindible que la hagas, ya que propiedades geológicas de la zona inciden muchos otros aspectos. La preferencia y gusto del propietario del jardín también juegan un papel muy importante en el diseño, pero te invito a hacer esta mirada en términos positivos, porque allí donde las rocas son un “problema” en el caso de un jardín tradicional, en un jardín de agua son una bendición a la que puedes sacar mucho provecho estético.
El paisaje preexistente definitivamente dicta el diseño de losjardines de agua al marcar la forma en que se ve afectada por el gradiente. Si el paisaje se inclina, más cuidado hay que poner en considerar reducir la erosión del suelo en el estanque o cascada. El reto en el primer caso, será también cómo mantener el agua en el mismo nivel.
Un paisaje inclinado es ideal para la creación de un estanque de peces con características hermosas como las caídas de agua y pequeñas cataratas. También facilita la entrada y salida de agua, especialmente si la fuente de agua están en el terreno más alto.
El espacio disponible ayudará a determinar el tamaño y la forma del diseño de los jardines de agua en gran medida.