Ya a las puertas del invierno, nos acecha una de las más frecuentes preocupaciones que -con fundamento- requiere nuestra atención. Estamos hablando de la protección de nuestros cultivos, lo que no necesariamente significa implementar una especie de ingeniería de los alimentos.
Proteger con lo que sea posible
A veces los medios escasean y la protección de las superficies de cultivo debe hacerse en la medida de nuestras posibilidades, tanto económicas como de infraestructura. Lo cierto es que un factor de peso, es la superficie que hemos de cubrir; no es lo mismo cubrir unos pocos metros cuadrados que grandes áreas de cultivo.
Soluciones a medida
¿Por qué las frutas, verduras y hierbas deben ser compradas cuando se pueden ser cultivadas en casa? Por supuesto, una de las limitaciones además del espacio es la época del año: no todos nosotros tenemos posibilidad de construir una estructura de protección fija.
Pero la inagotable imaginación y creatividad de algunos diseñadores, permite que se fabriquen este tipo de innovaciones que puedes conseguir en muchas tiendas del ramo.
Como sus principales ventajas, señalo que son reutilizables, son móviles (es decir llevas el invernadero al lugar donde lo necesitas y no las plantas al invernadero) y son de bajo costo.
Ideal para la protección de las plántulas y plantas de los rigores del viento, de las heladas, la nieve, los insectos y las aves, este refugio planta es automontable para una configuración rápida y créeme que los resultados finales de la inversión se tornan visibles luego de la primera tormenta.
Este ligero y espacioso mini invernadero es suficientemente grande para contener protección de varios metros. La estructura de montaje rápido tarda menos de 5 minutos para ser armada y es capaz de mantener altos niveles de humedad, por lo que es apto para el cultivo de plantas tropicales, hortalizas, plantas frutales y hierbas.