Soy enfática y puro entusiasmo: decir Ikebana arte floral, es un poco “quedarse corto” con el concepto. Puede ser así al comienzo, cuando recién tomamos contacto con las primeras líneas y consejos, pero tan pronto te sientes parte (o Ikebana comienza a ser parte de ti, le descubres muchas más virtudes que incluyen una excelente respuesta a cómo vencer la fatiga después de un duro día de trabajo.
El arte del amor por la naturaleza
La creciente apreciación del arte y de la arquitectura japonesa en Occidente se ha extendido a la manera japonesa de sentir y ver las flores. Ikebana es un arte, en el mismo sentido que la pintura y la escultura son artes. Tiene una historia escrita, y además que se apoya en teorías articuladas que tienen que ver con la armonía y la creatividad. En Japón, los arreglos florales se usan como decoración al mismo nivel que las pinturas y otros objetos de arte.
Ikebana japonés
El desarrollo extraordinariamente alto de arte floral en Japón puede atribuirse al amor japonés por la naturaleza. La gente en todos los países es capaz de apreciar la belleza natural, pero en Japón, la apreciación equivale casi a una religión. Los japoneses siempre han sentido un fuerte vínculo de intimidad con su entorno natural, e incluso en complejos urbanos contemporáneos de concreto y asfalto, muestran un deseo muy fuerte de tener un poco de la naturaleza cerca de ellos.
Los visitantes extranjeros en Tokio se sorprenden al notar que su taxista ha colgado un pequeño jarrón con una flor o dos en el borde del parabrisas. Una casa japonesa que no tenga en su entorno algún tipo de arreglo floral es muy poco frecuente.
Naturaleza dinámica
La naturaleza está siempre cambiando. Las plantas crecen y brotan las hojas, flor, flores y bayas son asumidos regular y repetidamente a lo largo de las estaciones. La naturaleza tiene su propio ritmo y el orden. La conciencia de esto es el primer paso para implicarse en Ikebana.