Los jardines en miniatura son una afición fascinante, tanto como los barcos dentro de una botella o la filatelia; un hobby que nos puede absorber sin que nos demos cuenta durante horas. En este caso, además, pueden suponer todo un reto a nuestra creatividad.
Seguro que, como amantes del mundo del jardín y las plantas, nos ha venido a la cabeza más de una vez una idea genial en cuanto a paisajismo que por desgracia no podemos poner en práctica. Quizás no disponemos de sitio suficiente, de un lugar o unas condiciones climáticas adecuadas… Pues bien, si queremos que deje de bullirnos en la cabeza, de arañar pugnando por salir, lo mejor es dedicarnos a darle vida a pequeña escala.
Los jardines en miniatura se pueden componer dentro de una maceta, de un plato de cerámica, o incluso de un jarrón; en este caso sí que se acerca más al arte de componer barcos dentro de una botella, principalmente por la minuciosidad, la paciencia y el cuidado que debemos tener.
¿Plantas naturales o artificiales?
La respuesta a esta pregunta dependerá de cuánta creatividad queramos integrar dentro de nuestro jardín. Muchas personas optan por jardines en miniatura temáticos, representando una zona del planeta o una época del año (la Navidad es una de las más frecuentes para ello). En este caso, será casi inevitable que compremos árboles o plantas simuladas… a menos que sepamos cómo conseguir un abeto en miniatura. Por otro lado, los cactus o las setas son muy versátiles: podemos “disfrazarlos” de otras plantas, agregando algo de verdina o musgo para darles una nueva apariencia.
¿Y qué hay de los complementos? Como sucede con las casas de muñecas, tenemos a nuestra disposición un amplio catálogo de objetos decorativos en miniatura con los que alegrar nuestro jardín y dotarlo de una historia. Os recomendamos que no perdáis de vista la web Miniatura Garden Shoppe, donde encontraréis mil y una ideas fascinantes.