
Aunque el momento estrella de Halloween es la noche del 31 al 1, cuando las criaturas de pesadilla pueblan las calles y los peques llaman en busca de caramelos por doquier, todavía estamos a tiempo de darle un toque especial a nuestro jardín si nos ha cogido el toro.
El motivo principal que no debería faltar en ningún jardín dedicado a Halloween es la famosa calabaza, que nos recuerda la leyenda del taimado Jack O´Lantern y nos provoca un escalofrío con su imperturbable sonrisa. Hace algún tiempo os contamos cómo plantar calabazas, y puede que ya hayáis recogido su fruto en estos días. ¿Pero sabéis cómo tallarlas para conseguir esos rostros o incluso decoraciones más elaboradas? Es tan sencillo como armarse de dos herramientas que cualquier tiene en casa: cuchara para vaciar la calabaza y cuchillo para tallar su superficie. En Internet tenemos mil y una plantillas con ideas para que la nuestra sea la más original del barrio. Si tenemos suficiente tiempo y paciencia, podemos colocar varias calabazas en lugares estratégicos del jardín o incluso conformando escenas a lo largo de él… ¡el límite está en nuestra imaginación!
Otro elemento propio de Halloween que podemos integrar fácilmente en nuestro jardín son las telarañas. Si tenemos plantados árboles, podemos aprovechar para comprar telarañas decorativas y colocarlas entre las ramas o suspendidas de uno a otro. Y entre ellas, cómo no, amenazadoras arañas o murciélagos sedientos de sangre.
En otra de nuestras entradas os contamos cómo iluminar nuestro jardín con antorchas y los distintos efectos que se pueden conseguir con ello. Pues bien, para Halloween podemos adoptar la misma idea pero añadiendo esos detalles siniestros que caracterizan a esta festividad: podemos imprimir y recortar plantillas con fantasmas y monstruos variados y colocarlas frente a nuestras antorchas de manera que proyecten sombras en las paredes. Especialmente al atardecer, esto puede dar una sensación de lo más escalofriante al jardín.